El alumno fue enseñado por el profesor. En mis tiempos como alumno se me enseñaba que esto era una oración en pasiva. La verdad es que no se solía usar este ejemplo, sino el tan manido y socorrido el ladrón fue atrapado por la policía. No sé yo que habría robado el ladrón en cuestión, pero la policía siempre lo atrapaba. Eso si que era todo un eje transversal. Aún estudiando gramática descubrías que el mal no paga y siempre es castigado por los nobles agentes de la ley y el orden. Pero me estoy desviando del tema que quería tratar.
El alumno fue enseñado por el profesor. Según me enseñaron entonces las oraciones pasivas estaban constituidas por un sujeto paciente (el alumno, un verbo transitivo en forma pasiva fue enseñado y un complemento agente el profesor. El sujeto paciente era quien recibía la acción pese a su posición como sujeto de la oración. Y de aquí nace mi planteamiento para esta entrada. Un alumno jamás debería ser el sujeto paciente de su educación. Esa frase no debería existir. Nuestros alumnos deben tomar siempre parte activa en suproceso de aprendizaje, implicarse en él, involucrarse para crear nuevas estructuras que les enriquezcan. Desde luego, eso no es posible si se asume exclusivamente un proceso tan pasivo como la oración a la que hago referencia. Un alumno nunca debería ser enseñado por un profesor, sino que debería aprender, ayudado por éste. Y es que el aprendizaje es un proceso activo. Aún diría más (suplantando a los gemelos Dupont), debería ser un proceso interactivo. Y es que la base del desarrollo no es otra que la interacción entre el sujeto y su entorno, es decir, entre nuestro alumno y todo lo que le rodea. Nosotros, como docentes, deberíamos proporcionar todos los instrumentos posibles para facilitar ese aprendizaje, establecer el entorno más adecuado para ayudarlo a florecer, favorecer las actitudes óptimas para que se lleve a cabo y, por supuesto, aprener a nuestra vez con todo ello. En el proceso de aprendizaje el desarrollo es mutuo e interactivo. Mantengamos los ojos abiertos y aprenderemos cada día de cada uno de nuestros alumnos. En esto, el único sujeto paciente debería ser el docente; la paciencia debería guiarnos ante las dificultades.
24 septiembre 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
| Top ↑ |
0 comentarios:
Publicar un comentario